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- Los niños tenían miedo...,
- yo no sé lo que
soñaban...;
- y la noche de diciembre
- era cada vez más larga.
- Los niños pidieron besos,
- más tarde pidieron agua,
- más tarde lloraron, y
- la noche no se acababa.
- Todo era sed; todo era
- fiebre y frío...
- La campana
- del pueblo llama entonces
- a misa de madrugada.
- Hubo un suspiro... la madre
- abrió un poco la ventana...
- la penumbra de la alcoba
- se endulzó de luz de alba.
- Era una nieve dormida,
- una paz triste y de plata,
- un claror de lirios, una
- luz melancólica y plácida;
- traía las azucenas de
- todas las albas,
- todos los nardos de Dios
- y todas sus rosas blancas...
- En su corral, el vecino
- andaba hablando a las
vacas...
- Por la calle pasó un
hombre...
- después otro... , después
otro...
- a misa de madrugada...
- era como un vuelo de
ángeles...,
- una música lejana...
- yo no sé qué acariciares
- de manos y de miradas...
- los niños se iban
durmiendo...
- el pueblo se despertaba...
- dulcemente, dulcemente
- iba entrando la mañana.
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