Una de las opciones de comunicación que se han impuesto
definitivamente, tanto en el ámbito social como en el profesional, ha
sido el correo electrónico (también conocido como «e-mail» o «email»).
Mediante
este sistema se pueden enviar no solo mensajes de texto, sino también
otro tipo de información digital en forma de archivos de audio, vídeo,
imágenes, etc.
– ¿Qué se necesita para usar el correo electrónico?
Para poder utilizar el correo electrónico, necesitamos:
1. Estar dado de alta en uno de los servicios de correo disponibles.
2. Tener una dirección de email.
3. Conocer las direcciones de correo de aquellas personas con las que nos queremos comunicar.
Todas las direcciones de correo tienen la misma estructura:
• nombre de usuario (o nick)
• @
• Marca o empresa que presta el servicio con su dominio
correspondiente (.es, .com, .org, etc.):
nombredeusuario@empresa.com
– Requisitos legales
Es importante saber que en
España ningún menor de catorce años podrá darse de alta de forma
particular en ningún servicio de Internet en el que haya que introducir
datos de carácter personal.
La razón legal la encontramos en el
artículo 13 del Reglamento de Desarrollo de la Ley Orgánica de
Protección de Datos, que prohíbe a cualquier empresa o entidad registrar
datos de menores de catorce años sin el consentimiento de su padre y
madre, o bien tutores o tutoras legales.
Falsear información o la
identidad puede conllevar otra serie de problemas, además de infringir
la ley. Del mismo modo, hay que tener cuidado con todo aquello que
intercambiamos a través del correo electrónico sin el consentimiento de
nuestros responsables legales o de las personas propietarias de dichos
contenidos.
– Correo electrónico: seguridad y privacidad
En
Internet se pueden encontrar distintos proveedores de correo; unos son
gratuitos, y otros, de pago. Algunos de los más utilizados son: Gmail
(de Google), Outlook (de Microsoft) o Yahoo (de Verizon).
Las personas que tienen una cuenta de correo acceden introduciendo su nombre de usuario y su contraseña.
A
través del correo electrónico intercambiarán información privada:
contactos, fotos, vídeos, documentos, etc., por ello es muy importante
que la contraseña sea segura.
Una contraseña segura debe contener
mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Además, cuando accedan al
correo, no deben dejar el usuario y la contraseña memorizada en el
dispositivo, sobre todo en aquellos que sean de uso común, dado que
cualquier persona podría entrar en el correo y hacer un uso indebido.
Las personas que utilizan correo electrónico acceden a él escribiendo
la dirección web del servicio en el navegador. Para un acceso más
rápido pueden añadirla a su «barra de favoritos» o «marcadores», como
aprendimos en la unidad anterior.
Introducidos el usuario y la
contraseña, lo primero que se muestra es la bandeja de entrada, las
carpetas que existen por defecto más las que haya creado la persona
usuaria y los accesos mediante un menú superior a las opciones Redactar,
Archivar, Eliminar, Marcar como leído, etc.
Organizar el correo por
carpetas ayudará a gestionarlo de una manera más eficaz, clasificando
cada mensaje entrante según la temática o el tipo de usuario (familia,
amigos, colegio, etc.).
– Leer el correo
Cuando se recibe un correo, aparecerá resaltado en la bandeja de entrada. También son múltiples las opciones disponibles cuando se accede a él: Eliminar, Marcar como no leído, Responder, Reenviar…
– Enviar un correo
Para escribir un mensaje de
correo, seleccionarán la opción Redactar o similar (Nuevo correo
electrónico, Nuevo mensaje, etcétera). Es importante que conozcan los
campos que tienen que completar.
LEE ATENTAMENTE:
Las redes sociales siempre han existido, ya que es inherente al ser humano relacionarse, tener amistades, vivir en familia y formar parte de una sociedad. Sin embargo, el desarrollo tecnológico ha posibilitado la aparición de aplicaciones y servicios web que facilitan estas relaciones, proporcionando herramientas para conversar y
compartir información y experiencias a través de Internet.
Qué es una red social
Lo que ahora llamamos red social es un sitio web que ofrece distintos servicios y posibilidades de comunicación:
• Con estas plataformas o aplicaciones no solo podemos comunicarnos con nuestros contactos, sino también con las personas que estén relacionadas con ellos, por lo que estas redes se hacen cada vez más extensas.
• Muchas personas, empresas e instituciones con las que nos sería difícil contactar están presentes en estas redes, lo que nos permite comunicarnos con ellas. Las posibilidades y los retos que tenemos a nuestro alcance son enormes, pero deberemos conocer bien las redes y utilizarlas correctamente para conseguir nuestros objetivos.
Las plataformas disponibles en Internet son muy variadas y diversas en función del público al que vayan destinadas (por edad, relaciones sociales o laborales), o también en función del contenido principal que se quiera publicar (vídeos, fotos, lugares recomendados, estados de ánimo…).
Algunas de las redes sociales más utilizadas en este momento son Facebook, Twitter, FIickr, YouTube, Instagram, MySpace, LinkedIn y WhatsApp.Uso de las redes sociales
Según los últimos estudios, el 85 % de los internautas utilizan alguna red social: prácticamente cuatro de cada cinco personas que navegan por la Red. Entre ellos, más de la mitad se conecta a las redes sociales a través del móvil.
Parte del éxito que han tenido las redes sociales ha venido de la mano de la revolución tecnológica provocada por los smartphones y las tabletas digitales, que nos permiten conectar con nuestros contactos desde cualquier lugar y en el momento que deseemos, siempre que dispongamos de alguna conexión a Internet.
Está comprobado que cuanto mayor es el número de personas con las que nos relacionamos, se multiplican las posibilidades de conocimiento y enriquecimiento personal. Aprendemos de todo lo que nos rodea, en el colegio, en casa, en la calle y a través de los distintos medios a nuestro alcance. Las redes sociales nos ayudan, de esta manera, a aumentar las posibilidades en nuestro aprendizaje. A su vez, nos permiten mostrar y dar a conocer nuestro trabajo y que nuestros contenidos y producciones lleguen a ser vistos por muchas más personas. Todo esto irá formando parte de lo que somos y de lo que seremos en un futuro. Lo que se denomina «nuestra identidad digital».
Pero también existen riesgos, y por ello debemos utilizar las redes sociales adecuadamente. La facilidad para estar siempre conectados a Internet y en contacto con los demás a través de las redes sociales puede causar en algunas personas problemas físicos, psicológicos o sociales.
La relación humana directa no debe ser sustituida por relaciones a través de redes sociales.
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